jueves, 25 de septiembre de 2008

2. ¿Participó Al-Qaeda en los atentados del 11-M?

Luis del Pino

"En un tema como el del 11-M, donde los enigmas son mucho más numerosos que las certezas, una de las pocas cosas que ha estado clara desde el principio es que no se trató de un atentado de Al-Qaeda como tal."

En el capítulo anterior nos preguntábamos quién contrató a los mercenarios que murieron en Leganés. ¿Fue Al-Qaeda, como sostiene la versión oficial, quien les reclutó y les encargó el atentado? Curiosamente, ésta es una de las pocas preguntas para la que disponemos de una respuesta plausible, y esa respuesta no corrobora precisamente la versión oficial. En un tema como el del 11-M, donde los enigmas son mucho más numerosos que las certezas, una de las pocas cosas que ha estado clara desde el principio es que no se trató de un atentado de Al-Qaeda como tal, por mucho que algunos se empeñaran en sostener lo contrario. El atentado del pasado 7-J en Londres ha vuelto a plantear ante la opinión pública, para consternación del gobierno, el debate sobre quién ideó los atentados de Madrid, porque las diferencias entre ambos atentados son tan evidentes que resulta difícil pasarlas por alto. En realidad, el 11-M difiere no sólo del de Londres, sino de todos los atentados realizados por Al-Qaeda anterior y posteriormente. Son varios los aspectos que diferencian al de Madrid de todos los demás ataques reivindicados por esa organización terrorista:
1) La inexistencia de terroristas suicidas
¿Por qué Al-Qaeda, que ha utilizado terroristas suicidas en Nueva York, en Casablanca, en Pakistán, en Túnez, en Yemen, en Londres... iba a actuar de forma distinta en Madrid? Éste es uno de los aspectos más chocantes del 11-M. Al-Qaeda utiliza comandos formados por personas enormemente fanatizadas, convencidas de que tras el atentado suicida accederán al Paraíso. ¿Por qué en España iba a cambiar Al-Qaeda su modus operandi, utilizando terroristas no suicidas? Desde determinados medios de comunicación se difundió el 11-M, de hecho, la falsedad de que había suicidas en los trenes precisamente porque ese indicio es el que hubiera certificado con más fiabilidad la participación de Al-Qaeda. Pero en los trenes no había suicidas.
2) La participación de personas no musulmanas
En España, a diferencia de lo que ha sucedido en todos los atentados de Al-Qaeda, los terroristas utilizaron a españoles (la trama asturiana) para aprovisionarse de explosivos. No resulta comprensible. Los terroristas de Al-Qaeda, fanáticos integristas, no recurren jamás a una persona no musulmana para organizar un atentado, por la simple razón de que no se fían de quien no comparta sus mismos planteamientos religiosos extremistas, y mucho menos iban a fiarse de un "cristiano". Y eso nos indica, precisamente, que quien atentó en España no tenía los escrúpulos de carácter ideológico y religioso que caracterizan a los terroristas de Al-Qaeda. Si eran integristas quienes encargaron los atentados, eran unos integristas muy peculiares.
Rafá Zouhier3) La presencia de confidentes policiales
En los atentados de Madrid, la trama entera está cuajada de personas vinculadas a las fuerzas de seguridad. El número de confidentes de la Policía, de la Guardia Civil o de algún servicio de inteligencia presuntamente implicados en la trama es enorme: Antonio Toro, Carmen Toro, Suárez Trashorras, Rafa Zouhier, ... A ellos se unen otros confidentes que, sin estar implicados en la trama, avisaron de lo que se preparaba cuando tuvieron conocimiento de ello: Lavandera, el libanés Joe, el imán Cartagena, ... Para terminar, los teléfonos supuestamente utilizados en las mochilas bomba fueron liberados en la tienda de un policía español de origen sirio, Maussili Kalaji, que tenía (una de las muchas "casualidades" del 11-M) relación con los miembros del comando de Virgen del Coro. ¿Puede alguien seriamente sostener que Al-Qaeda, especializada en la ejecución de ataques suicidas por sorpresa, montó esta trama donde a cada paso que damos aparece un nuevo confidente, sin vinculación ninguna con el integrismo? Si Al-Qaeda actuara de una manera tan permeable a las infiltraciones, hace tiempo ya que los servicios secretos americanos tendrían a Osama Ben Laden en una celda de Guantánamo.
4) La utilización de delincuentes mercenarios
¿Cómo es posible que en Madrid se utilizara, para cometer el atentado, a un conjunto de delincuentes de poca monta (los suicidas de Leganés), cuando Al-Qaeda nunca emplea a gente del hampa, por los riesgos que conlleva? Dejando aparte la probabilidad (certificada en el caso de Madrid) de tropezarse con un confidente, la utilización de delincuentes comunes pone en riesgo cualquier operación. Sabemos, por ejemplo, que El Chino participó en un ajuste de cuentas por droga en diciembre de 2003, pegándole un tiro en la pierna a un presunto traficante en Bilbao. ¿Iba Al-Qaeda Jamal Ahmidan, conocido como el Chino, delincuente habitual antes de verse involucrado en la masacre del 11-Ma utilizar a un sujeto como El Chino para organizar el atentado, sabiendo que le pueden detener en cualquier momento y que puede comprar un trato favorable de la Policía a cambio de contar lo que sabe de un futuro atentado integrista? Hace escasos días, los medios de comunicación nos contaban cómo un semanario iraní había reclutado decenas de miles de voluntarios para realizar atentados suicidas. Sin embargo, en Madrid se contrata a vulgares camellos para cometer los atentados. ¿Alguien puede seriamente sostener la hipótesis de que fue Al-Qaeda (a quien le sobran fanáticos suicidas) quien contrató a esos hampones mercenarios?
5) La finalidad electoral de los atentados
Al-Qaeda es una organización para quien poca diferencia existe entre unos partidos políticos occidentales y otros. Todos ellos son, a ojos de Al-Qaeda, representantes de ese poder occidental decadente que pretenden destruir. A Osama Ben Laden le importa poco quién gobierne en un país, y la mejor demostración es la elección de fechas para el atentado de Londres. En lugar de atentar unas semanas antes, en plena campaña electoral británica, Al-Qaeda seleccionó una fecha para el atentado con mucha más repercusión internacional, en plena reunión del G8 en Escocia. Porque Al-Qaeda pretende crear una sensación indiscriminada de terror, no inmiscuirse en unas luchas políticas que, en el fondo, desprecia. Sin embargo, los atentados de Madrid perseguían influir decisivamente en un resultado electoral y estaban dirigidos a provocar la salida del PP del gobierno, lo que nos indica que la motivación de quienes concibieron el 11-M era mucho más "cercana" a la mentalidad occidental, para quien esas luchas políticas sí tienen sentido.
6) Los detalles logísticos
Los terroristas de Al-Qaeda no corren nunca riesgos innecesarios que puedan poner en peligro su misión. Si necesitan un coche, lo compran o lo alquilan, pero nunca se les ocurriría robarlo, porque cualquier casualidad (por ejemplo un control rutinario de la Policía) podría dar al traste con toda la operación. En Londres, los terroristas alquilaron el vehículo en el que se desplazaron hasta la estación donde tomaron el tren; en Estados Unidos, gastaron el dinero a espuertas para todo aquello que necesitaron, desde clases de vuelo hasta alquileres de pisos y de vehículos. De la misma manera, los terroristas londinenses fabricaron sus propios explosivos utilizando fórmulas químicas fáciles de encontrar en numerosas webs radicales islámicas y empleando compuestos de fácil adquisición en los comercios, porque es ésta una forma de conseguir explosivos mucho menos arriesgada que tratar de introducirlos en Inglaterra desde el exterior o que adquirirlos a algún delincuente local. Sin La furgoneta encontrada en Alcalá de Henaresembargo, en España, los terroristas adquirieron los explosivos a suministradores locales no musulmanes que, además, eran confidentes de las fuerzas de seguridad. No contentos con eso, transportaron los explosivos desde Asturias en un coche robado, con placas de matrícula dobladas y llevando documentación falsificada, arriesgándose a que la Guardia Civil pudiera pararles en cualquier momento por simple casualidad (como así sucedió, aunque inexplicablemente los terroristas pudieron seguir su viaje). De nuevo, una manera de actuar que no se corresponde con el comportamiento habitual de Al-Qaeda.
7) La desinformación
Si algo sorprende en el atentado de Londres, al compararlo con el de Madrid, es la perfecta claridad de lo sucedido. Sabemos ya, con un alto grado de precisión, quiénes pusieron las bombas, cómo llegaron hasta sus objetivos, qué explosivos utilizaron, cómo los fabricaron. En España, no sabemos quién puso la bombas en los trenes, ignoramos cuál era la composición de las bombas, carecemos de datos sobre cómo llegaron los terroristas a Alcalá, tenemos dudas sobre cómo pudieron obtenerse los explosivos, ... y esto después de diecisiete meses de investigaciones policiales, judiciales y periodísticas. Y la razón de que no sepamos nada de nada es que, en cuanto se produjeron los atentados, se puso en marcha una campaña de desinformación que quienes idearon la masacre habían previsto hasta en sus mínimos detalles: furgonetas llamativas, oportunas cintas coránicas, mochilas bomba que aparecen por ensalmo, pistas que conducen a personas que son detenidas en plena jornada de reflexión para luego ser puestas en libertad a las pocas semanas, ... Quien ideó el atentado no se limitó a planificar la masacre, sino que también urdió cuidadosamente el conjunto de cortinas de humo que pudieran dirigir rápidamente a la opinión pública y al juez en la dirección que hacía falta. Ese dominio de las técnicas de desinformación no apunta precisamente a Al-Qaeda, sino a otro tipo de elementos para quienes esas técnicas son sólo parte de su arsenal de herramientas cotidianas de trabajo.
¿Qué fue lo que sucedió en Madrid?
Es poco todavía lo que sabemos de los atentados de Madrid. Como ya apuntábamos en el capítulo anterior, ignoramos incluso qué explosivos se utilizaron en los trenes. Pero el atentado de Londres ha resaltado todavía con más fuerza una de esas pocas cosas de las que podemos estar seguros: que el primer sorprendido al recibir las noticias de España el día 11 de marzo fue, seguramente, el propio Ben Laden.
Eso no quiere decir que no hubiera participación de elementos integristas en el atentado de Madrid. Por supuesto que la hubo. Está constatado que algunos de los participantes en la trama (concretamente, varios de los miembros del comando de la C/ Virgen del Coro) pertenecían a círculos más o menos conectados con la periferia de Al-Qaeda, personas dedicadas al reclutamiento, a la recaudación de fondos y al soporte genérico a las actividades de dicha organización terrorista. Pero las evidencias apuntan a que esos elementos integristas no actuaron al dictado de la dirección de Al-Qaeda, sino que fueron convenientemente manipulados (y utilizados) desde otras instancias que contaban con un grado de conocimiento de la realidad política española y de las posibles reacciones de la opinión pública ante los atentados mucho mayor del que Ben Laden pudiera llegar jamás a tener.
Próximo capítulo: ¿Participó ETA en el 11-M?

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