martes, 14 de octubre de 2008

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14 de Octubre de 2008

Luis del Pino
Resulta curioso repasar cómo fueron divulgándose las noticias en las semanas inmediatamente posteriores al atentado. De hecho, resulta imprescindible para trazar los lugares desde los que fueron difundiéndose las sucesivas intoxicaciones que terminaron componiendo la versión oficil del 11-M.

En este sentido, he aquí una curiosa noticia sobre las llamadas de despedida supuestamente realizadas desde el piso de Leganés, que fue distribuida por EFE y publicada por la Cadena Ser el día 10 de mayo de 2004:
La mujer de 'El tunecino' alertó a la policía de que los terroristas pensaban suicidarse AGENCIAS - 10-05-2004 20:42 La mujer de Serhane Ben Abdelmajid, "El Tunecino", uno de los siete terroristas muertos el pasado 3 de abril en una explosión causada por ellos mismos en un piso de Leganès, alertó a la Policía de que su marido pretendía suicidarse junto a sus compañeros y les pidió que lo evitaran. Así lo indicaron a Efe fuentes de la investigación, que añadieron que la esposa de Serhane, una joven marroquí de 17 años, avisó a las Fuerzas de Seguridad despuès de que su marido la llamara por telèfono para despedirse de ella desde el piso de la calle de Carmen Martín Gaite en el que había sido acorralado por la Policía. LLAMADAS A UN LÍDER ESPIRITUAL Los terroristas islámico telefonearon también a un líder espiritual encarcelado en Londres para que autorizara el suicidio colectivo cuando ya habían sido acorralados por la Policía. Según fuentes de la investigación, este líder es el dirigente jordano de la red terrorista Al Qaeda Abu Qatadah Al Falastini, actualmente en prisión en el Reino Unido y al que los terroristas llamaron tres veces, tal y como ha podido comprobar la Policía tras el análisis de las llamadas realizadas desde los telèfonos móviles de los implicados. Los fallecidos en la explosión tambièn realizaron otras llamadas ese mismo día, algunas de ellas a Indonesia, dirigidas a alguna persona del entorno del ulema Abu Bakar Bashir, detenido por su supuesta relación con los atentados de Bali, perpetrados en octubre de 2002 y en los que murieron 202 personas. Además, los terroristas se pusieron en contacto telefónico esa misma tarde con un profesor universitario de Túnez, formador de salafistas. Las fuentes consultadas señalaron que, con todas estas llamadas, los terroristas querían conseguir el "visto bueno" al suicidio despuès de verse cercados por la Policía, que en torno a las 13.00 horas del día 3 de abril tenía acorralados a los supuestos responsables de la masacre del 11-M que se encontraban en el piso de la calle de Carmen Martín Gaite de Leganés.
Por supuesto, de las llamadas a Indonesia, del profesor universitario tunecino y de las consultas a Londres ya jamás se volvió a saber en las investigaciones. Como tampoco se volvió a saber nunca nada de esa mujer de El Tunecino que, según la noticia, alertó a la Policía de que esos peligrosos terroristas iban a suicidarse en el piso de la C/ Carmen Martín Gaite.

Las llamadas terminarían transformándose en simples llamadas de despedida a los familiares de los supuestos suicidas, en lugar de ser llamadas a exóticos consejeros espitiruales.

Y la mujer de El Tunecino, en un ejercicio de transformismo realmente notable, terminaría siendo de sexo masculino y llamándose Abdelkader. Además, en el proceso (¡hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad!) dejó de ser mujer de El Tunecino y pasó a ser hermano de Abdenabi Kounjaa.

Y luego hay caraduras que se dedican a decir que los que han mentido a la opinión pública son El Mundo, Libertad Digital y la Cope. ¡Hay que fastidiarse!...


ATC Journal. ¡Llevamos la información!

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